Búsqueda de vivienda. ¿Qué tenemos que tener en cuenta?

Búsqueda de vivienda en Suiza

¿Qué tenemos que tener en cuenta antes de comprar una vivienda?

  1. Año de edificación:
    En edificios con más de 40-50 años de antigüedad que apenas hayan sido saneados desde su construcción es muy probable que tras la compra tengamos que desembolsar una considerable cantidad de dinero para reparaciones.
  2. Estado de la estructura:
    Aunque aparentemente no haya daños estructurales visibles, deberemos fijarnos bien en que tampoco tenga grietas de tamaño considerable que puedan ser causadas porque las cimentaciones hayan asentado de forma diferente. Estas reparaciones de la estructura pueden llegar a ser muy costosas.
  3. Estado de las instalaciones, incluida calefacción:
    Si las cañerías son las originales de una casa con más de 50 años, es muy probable que tarde o temprano tengamos que cambiarlas. Igualmente si la calefacción funciona con caldera de gasóleo, deberíamos preguntar de qué año es la caldera, pues cuanto más vieja sea, más ineficiente será y más probabilidades habrá de que nos falle. En la actualidad existen subvenciones cantonales para cambiar los sistemas de calefacción de gasóleo y gas por otros menos contaminantes como la bomba de calor o los pellets. Lo veremos en próximas publicaciones.
  4. Consumo energético:
    Para saber el consumo enérgetico real, lo ideal es pedir a los vendedores una factura del gasto de calefacción, siempre y cuando sigan viviendo en la casa.
  5. Aislamiento térmico:
    Saber si la fachada está bien aislada o tendremos que aislarla en el futuro, ya que esto será un gasto importante. Igualmente, en viviendas aisladas es importante saber si el tejado tiene aislante y si el sótano tiene aislante en el techo para evitar que el frío de una zona no calefactada (sótano) se transmita por el forjado a la planta baja.
  6. Humedades: Búsqueda de humedades o restos de humedades debidas a filtraciones o condensaciones.

    La humedad por filtración es la producida por el agua, generalmente de lluvia, que se filtra por los materiales de construcción no estancos y llega al interior de nuestro edificio. La principal solución es impermeabilizar.

    La humedad por condensación es aquella que se produce porque el aire caliente del interior de la casa toca una superficie mucho más fría. Cuando esto ocurre la humedad que tenía el aire (vapor de agua o agua en estado gaseoso) baja de temperatura pasando de gas a líquido, entonces decimos que ha condensado.
    En los edificios mal aislados ocurre porque las paredes de las fachadas, al no tener aislante térmico, están practicamente igual de frías en el interior de la casa que en el exterior, por eso cuando el vapor de agua suspendido en el aire toca la superficie fría de las paredes condensa. La solución será aislar bien las fachadas o los techos, dependiendo de donde se produzca la condensación. O cambiar las ventanas o calentarlas (es decir ponerle un radiador debajo que caliente la superficie interior de la ventana) si la condensación se produce en las ventanas.

  7. Ventanas:
    ¿Son de acristalamiento doble o simple? Si es simple es muy probable que tengamos que cambiarlas para conseguir un mayor confort y eficiencia de consumo energético. También es más probable que se produzcan condensaciones sobre ventanas de acristalamiento simple.

    ¿Son antigüas? Si son muy viejas el material del marco de la ventana no tendrá rotura del puente térmico. Esto quiere decir que el frío se transmite del exterior al interior directamente a través del marco de las ventanas, aunque el acristalamiento sea doble. Al entrar el frío, tendremos que consumir más calefacción para conseguir una temperatura ideal.

    Hay que tener en cuenta tipo y estado de las ventanas ya que cambiar todas las ventanas de una casa es un gasto considerable. Aunque existen subvenciones para hacerlo de las que hablaremos en próximas publicaciones.

    Si el edificio es muy viejo es muy probable que la mayor parte del precio que estemos pagando sea el del terreno y el coste del edificio sea un coste residual. De ahí que comprar una vivienda antigüa generalmente sea bastante más barato que comprar una más nueva. No obstante, tenemos que pensar que el precio final no es el que pagamos por la casa sino que a este hay que sumarle el de todas las reparaciones que realicemos.

    En muchas ocasiones vale la pena ir a visitar el edificio acompañado de un arquitecto, que pueda reconocer e identificar todas estas patologías facilmente. A la larga una mala compra nos puede salir muy cara.

    Si tenéis alguna otra pregunta relacionada con esta temática o necesitáis alguna información con urgencia, podéis escribirme a info@hectoralamar.com